Así, Hollywood ha dado vida a historias sobre ciclistas tramposos como Amstrong en El Ídolo, de atletas olímpicos preparando los Juegos Olímpicos de París de 1924 y que pasaron a la historia del cine en Carros de Fuego, lo mismo que le pasó a Jesse Owens en ‘El Héroe de Berlín’ o Prefontaine en su película homónima.
El cine también ha contado la historia de preparadores rompedores como Ken Carter en ‘Entrenador Carter’, o de patinadoras que están dispuestas a todo con tal de alcanzar el primer puesto en el podio… Las pantallas cinematográficas nos trasladan con mucha frecuencia a ras de césped o al interior de los vestuarios para contarnos historias de deportistas reales.
Aquí traemos unos pocos ejemplos de deportistas de película y sus dramas verdaderos contados a través de los ojos del celuloide.
Steve Prefontaine, en “Prefontaine”
Al corredor de fondo, Steve Prefointaine se le recuerda especialmente avanzando a toda velocidad campo a través con la melena larga y el bigote espeso. Atraído en sus primeros años por el baloncesto y el fútbol americano, fue rechazado a competir en estas disciplinas debido a su baja estatura.
Mientras estudiaba en secundaria, un día se fijó en los atletas que corrían alrededor del campo de fútbol y pronto descubrió que podía competir en este deporte. Enseguida comenzó a ganar títulos estatales y recibió ofertas de muchas instituciones educativas.
Mientras se preparaba para participar en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, Steve se vio envuelto en un accidente automovilístico y falleció a causas de las graves heridas sufridas.
La biografía de Prefontaine fue llevada al cine por el realizador Robert Towne en 1998, con el título de Sin Límite. Interpretado por Billy Crudup en sus principales papales. El filme tuvo buenas críticas y escaso público, ya que sólo llegó a recuperar en la taquilla poco menos de un millón de un total de veinticinco millones que costó rodar la producción.
Harold Abrahams y Eric Liddell en “Carros de fuego”.
En 1981 Hugh Hudson dirigió este film británico basado en el testimonio de dos atletas del Reino Unido que compitieron en los Juegos Olímpicos de París en 1924. Tan famosa como la película es la banda sonora compuesta por Vangelis que dio título al álbum en el que se editó. La cinta se hizo con cuatro Óscar y otros muchos premios cinematográficos.
La trama en sí nos narra la vida de estos dos deportistas. Por un lado, está Eric Liddell, un escocés y cristiano evangélico que, antes que atleta, fue jugador de rugby. Adorable, de una personalidad arrolladora que conecta con todo el mundo, pero humilde al mismo tiempo, sueña en ir a China como predicador donde había dejado a sus padres.
El segundo de los atletas es Harold Abrahams. Judío, siente que los ingleses no le aprecian debido a su religión, pero es un ser muy sensible y de gran agudeza. En la Universidad de Cambridge bate un récord de velocidad y participará junto a Eric Liddell en el equipo olímpico británico.
Volvieron como héroes a Gran Bretaña llevando colgados en el cuello diversas medallas olímpicas.
Eric representa el talento: todo lo que hace parece que lo logra con gran facilidad. Harold es el esfuerzo: allí donde se quedan cortas sus capacidades, las completa con la lucha y el entrenamiento.
Jesse Owens en “El héroe de Berlín”.
Race (título original) o El Héroe de Berlín, narra la biografía del atleta de color estadounidense Jesse Owens, ganador de cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936.
Hitler había organizado unas olimpiadas para demostrar su teoría de que la raza aria es superior, y he aquí que llega un hombre negro y se lleva los premios gordos: la prueba de los 100 metros, la de 200, la de longitud y la de relevo 4 x 100, esta última carrera porque entró a relevar a los atletas titulares del equipo Marty Glickman y Sam Stoller, que el preparador del equipo los sustituyó al ser los dos únicos judíos del equipo de atletismo.
Ken Carter, en “Entrenador Carter”.
Samuel L. Jakcson interpreta en Coach Carter (Entrenador Carter, en español) el preparador de baloncesto del Richmond High School. Carter tomó las riendas de un equipo caótico e indisciplinado y lo transformó en un club ganador donde los jugadores del plantel tenían futuro académico y lejos de los peligros de las calles como la droga y la delincuencia juvenil.
Carter lo logró con métodos estrictos, como impedirles entrenarse hasta que no mejorasen las notas académicas. También se tuvo que enfrentar a la directiva del centro, el consejo escolar y los padres de los jugadores, tuvo que renunciar y volver por petición de los jugadores.
Dirigida por Thomas Carter, la película costó 30 millones de dólares y recaudó algo más del doble. Algunos críticos han visto en la cinta como una denuncia del sistema educativo norteamericano.
Tonya Harding, en “Yo, Tonya”
Tonya Harding fue acreedora del dudoso honor de ser considerada la mujer más odia de América. No importó que fuera la primera norteamericana en completar un triple salto en el aire, allá por el año 1991.
Con apenas tres años, Tonya comenzó a patinar animada por su madre, una mujer amargada que esperaba que el éxito deportivo de su única hija fuera la solución a todos sus problemas. Tonya la llegó a acusar de proporcionarle abusos tanto físicos como psíquicos.
Además de lograr el salto tripe, en ese 1991 quedó segunda en el Campeonato del mundo.
A partir del año siguiente, la carrera de Tonya cayó en picado. En 1994, la prensa recogía la noticia de que la principal rival de Tonya, Nancy Kerrigan, había sido agredida y le había causado una lesión que la retiró de las competiciones durante un tiempo.
Se supo después que el marido de Tonya había pagado al agresor para que agrediera a Nancy y que esta no pudiera acudir a los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994. No obstante todo ello fue en vano ya que Nancy no solo compitió, sino que quedó en segundo lugar, muy por delante de Tonya que acabó en una desesperante octava posición.
La película que recrea esta historia es Yo, Tonya, dirigida por Craig Gillespie e interpretada por Margot Robbie y Alison Janney, esta última se llevó un Oscar por su actuación.
Brian Clough, “The Damned United”.
Película producida por BBC Films en 2009, nos narra la historia del entrenador de fútbol Brian Clough mientras dirigía al Leeds United, y la tormentosa relación personal que mantuvo con su ayudante Peter Taylor y con su rival Don Revie.
La cinta británica tuvo muy buena acogida por parte de la crítica, aunque no tanto el favor del público, ya que solo logró recaudar la mitad la inversión empleada.
De entre el reparto, se ha resaltado la interpretación de Michael Sheen.