Escenas tristes y películas para llorar que hay que ver al menos una vez en la vida


¡Alarma de Spoilers activada!

Hay gente que va al cine con ganas de sentir la adrenalina que prueba un personaje de una película de acción.
Otras solo van a echarse unas risas disfrutando con una deliciosa comedia sin otras pretensiones que la de hacernos pasar un rato divertido.
Y existe también un público que se lo pasa bomba llorando a moco tendido después de ver una despedida entre Elliot y E.T., un melodrama familiar donde no falta un niño huérfano o un perro abandonado, o la muerte del protagonista en un filme dramático.
En este artículo vamos a hablar de este último tipo de películas, a las que hay que ir a ver añadiendo al kit de refresco y palomitas una caja de pañuelos de papel.

Escena final de Titanic con la muerte de Jack

En medio de la noche gélida se oye el chapoteo de los remos de una barca y un centinela que grita:
—¿Hay alguien aquí con vida? ¿Pueden escucharme?
Jack, con los pies hundidos en el agua, parece inconsciente y derrotado por el cansancio y el frío. No puede abrir los ojos, los espectadores parecen gritarle al otro lado de la pantalla que se levante porque la ayuda ha llegado. Pero le faltan las fuerzas para despertar y no quiere incorporarse.
—¡Jack, hay un bote. ¡Jack, Jack, Jack! ¡Hay un bote, Jack!

Rose lo llama a gritos con las pocas fuerzas que le quedan, pero Jack no responde. Ha muerto.
La música de la banda sonora comienza a sonar suave, en la lejanía, abriéndose paso ante tanto dolor mientras Rose apoya su cabeza sobre las manos muertas de Jack, hasta que la chica recobra el sentido de la realidad y comienza a llamar, primero en susurros y luego gritando, para que los del bote de rescate vuelvan a por ella.
Al tener agarrado a Jack, el cuerpo del joven parece un lastre que le impide salvarse a ella. Le besa y deja que se hunda en las aguas heladas mientras le confiesa:
—No olvidaré la promesa. Lo prometo.

La muerte de Mufasa, el padre de Simba en El Rey León

Walt Disney tiene la fea costumbre de dejar huérfanos a sus personajes más entrañables. La madre de Bambi cayó abatida por un cazador, la de Nemo sirvió de almuerzo a una barracuda y Mowgli, a falta de padres, se pasea en taparrabos por la selva criado por un oso y una pantera.
Podríamos hacer una lista y nos saldría una muy larga con las historias de los personajes de Disney que, o bien perdieron a sus progenitores en medio de la trama, o ya lo eran cuando arrancaba la historia.
Mufasa, el padre de Simba en El Rey León, yace muerto en medio de la niebla espesa que cae sobre un lugar maldito en el que nunca debió pisar Simba, pero al que llegó engañado por el envidioso de su tío Scar.
Simba ha sobrevivido a una estampida de ñus gracias a que su padre le pone a salvo. Pero Scar empuja a Mufasa desfiladero abajo hasta que es arrollado por la estampida.
Simba llama a su padre a gritos hasta que le encuentra muerto y llora desesperadamente por su padre mientras se acurruca en las patas del cuerpo muerto de Mufasa.

Escena inicial de Up. 2009

Carl y Ellie son dos niños que comparten la misma pasión por el explorador Charles F. Muntz y el mismo sueño de visitar algún día las Cataratas del Paraíso donde se supone que Muntz descubrió el esqueleto de un ave gigante y rarísima.
En la primera escena de la película vemos cómo la pareja se conoce, la infancia vivida juntos, cómo surge el amor y se casan, los años duros en que tienen que partir de cero y reconstruir la desvencijada casa donde habitarán el resto de sus vidas, la hucha que se llena para costearse el viaje a las Cataratas y cómo se rompe y se vacía cada vez que tienen que hacer frente a gastos médicos o la reparación del auto o de la vivienda.
Año tras año, la vida de Carl y Ellie va pasando mientras ellos envejecen con el desconsuelo de no poder tener hijos y el dolor de no poder cumplir su sueño de viajar.
Hasta que Ellie muere y Carl vuelve solo y derrotado a la casa, amenazado de desahucio y con la pena de haber perdido a la persona que más amaba en el mundo.
Pocas veces en la historia del cine se ha resumido mejor casi ochenta años de vida en una escena de poco menos de cinco minutos.
El momento en que la mujer, ya muy anciana y enferma muere, es justo el instante en que ya no podemos más soportar tanta de pena.

Muerte de Hachi en Siempre a tu lado, Hachiko

Siempre a tu lado es una película para llorar y para gozar. Estrenada en 2009 y protagoniza por Richard Gere, nos cuenta la historia de un profesor de música que se tropieza con un perro cachorro de raza Akita que se ha caído de un tren y vagabundea perdido en la estación de ferrocarriles.
A partir de aquí comienza la historia de una gran amistad entre el perro Hachi y el profesor de música, al que acompañará cada día a despedirle a la estación de tren y vuelve a recibir cuando intuye que su dueño regresa a casa.
Una mañana Hachi parece, con sus ladridos, decirle al profesor de música que no se vaya a trabajar, pero el hombre, preocupado por no llegar tarde, toma el tren hacia la ciudad.
Parker muere esa misma mañana de un ataque al corazón.
A partir de ahí la película nos muestra a Hachi esperando día y noche a que un día el tren traiga de regreso al profesor de música con el que jugaba a llevarle la pelota.
Pasan los años, la familia del profesor de música se muda y se llevan con él a Hachi, pero él se escapa y seguirá viviendo durante diez años en los vagones destartalados de los trenes que están en vía muerta, alimentándose de la comida que le dan otros.
Viejo y enfermo, Hachi seguirá al pie de la estación con la misma fe terca esperando el regreso de su viejo amigo Parker.
En el momento de su muerte, Hachi revive en sueños su vida junto al profesor y tiene la visión de que, por fin, la puerta de la estación se abre y entonces aparece Parker llamándole a gritos amistosos como hacía siempre mientras vivía. La muerte los ha reencontrado por fin.

La despedida de Sam en Ghost

El tema musical Unchained Melody fue compuesto allá por 1955 Alex North y Hy Zaret para la película Unchained. Desde entonces ha sido versionada por numerosos artistas como Il Divo, Iva Zanicchi, U2 y The Rightous Brothers, hasta que Elvis Presley cantó su propia versión en 1977 durante su último concierto.
Melodía desencadenada es el hilo conductor de la película Ghost y el amor imposible entre el fantasma Sam (Patrick Swayze) y Molly (Demi Moore), la novia que ha perdido al hombre que amaba.
En la última escena, Molly escucha y ve por primera vez a Sam desde que este fue asesinado.
Mientras desde el cielo de la noche se va acercando un haz de luz, los acordes de Melodía Desencadenada van sonando y va envolviendo a los dos amantes en un círculo de resplandor, música y amor, mientras se besan y se despiden para siempre.
Apenas unas pocas palabras de despedida. El drama ha llegado a un punto de cocción en el que solo basta para que Sam confiese a Molly que siempre le ha amado.
Ídem -responde ella.
El resto de la emoción lo pone la música y mientras Sam le da la espalda a Molly para acudir a la llamada de la luz que lo está esperando. Les separa la muerte, pero les une el amor.

La ejecución de John Coffey en La Milla Verde

Un hombre inocente va a ser ejecutado víctima de un fallo judicial. John Coffey tiene la estatura de un gigante y el corazón de un niño. Pero de un niño inocente y bondadoso que posee el don de curar y de obrar milagros increíbles.
Es de noche y Paul Edgecomb, el jefe de la prisión tiene un peso sobre su conciencia al tener que ejecutar a un presidiario que sabe no ha cometido el crimen atroz por el que se le va a ejecutar.
—John, debo preguntarte algo muy importante-le dice el jefe.
—John, dime qué quieres que haga. ¿Quieres que te saque de aquí? ¿Qué te deje huir a ver hasta dónde llegas?
—¿Por qué haría algo tan tonto?
Edgecom, emocionado, le responde:
—En mi juicio final, cuando esté frente a Dios y él me pregunte por qué yo maté a uno de sus milagros, ¿qué le voy a decir? ¿Qué era mi trabajo?
Después de tranquilizarlo, John Coffey nos emociona a todos con este alegato:
—Quiero que todo termine… Estoy cansado, jefe. Cansado de viajar solo como un gorrión en la lluvia. Cansado de no tener un compañero que me diga adónde vamos, de dónde venimos, por qué… Me cansé de que los hombres sean crueles con los otros. Me cansé de tanto dolor que oigo y siento en el mundo cada día. Es demasiado eso. Es como pedazos de vidrios en mi cabeza todo el tiempo. ¿Lo comprende?

En este post hemos visto cinco ejemplos de películas con las que hemos disfrutando llorando como magdalenas, pero hay muchas otras películas con escenas épicas que harían derramar lágrimas para devolver el curso a un río seco.