Categoría: Peliculas y series

En los últimos años, las plataformas de streaming han cambiado por completo la manera en la que disfrutamos del ocio televisivo. O deberíamos decir audiovisual, porque al final la televisión es solo uno de tantos dispositivos donde podemos disfrutar del contenido de este tipo de plataformas. Internet ha permitido que las grandes empresas de streaming alcancen a millones de clientes, que pagan los contenidos de esas plataformas a través de sus suscripciones. Sin anuncios, en la mayoría de casos al menos, y con la libertad que nos da el poder ver nuestra serie favorita cuándo y cómo queramos. Las parrillas televisivas han quedado obsoletas. En este mundo en el que todos tratamos de arañarle minutos al reloj, donde la prisa es el estado habitual de las cosas, la libertad del streaming se ha ya imprescindible. No sirve de nada esperar a las diez de la noche para ver un programa que terminará muy tarde, y en el que nos pondrán anuncios.

Netflix ha sido, sin lugar a dudas, una de las plataformas que ha comenzado esta revolución. Seguramente la más importante, por ser la pionera y por marcar un poco el paso de las demás, incluso en tiempos recientes. Si bien Netflix surge como una especie de videoclub online, pronto se convirtió en un modelo de negocio distinto, abogando por la producción propia. La gente quería suscribirse a Netflix por su inmenso catálogo, por lanzar series propias muy interesantes, y por contar con la libertad de elegir el contenido en todo momento. Luego llegaron HBO Max, Amazon Prime Video o Disney+, y la guerra del streaming se recrudeció. Después de tantos años, Netflix sigue siendo el estandarte de este sector, e incluso con decisiones polémicas, como el impedir las cuentas compartidas, la plataforma ha podido marcar el paso. Y lo hace porque se atreve a llegar donde las demás no sueñan, porque saca adelante proyectos que seguramente sería imposible ver en otras compañías. Sky Rojo es un ejemplo perfecto de esto, una serie polémica en su temática, pero que ha tenido una gran repercusión en la audiencia.

En los últimos años, la cantidad de producciones audiovisualesoriginales se está multiplicando de manera sorprendente. Gracias sobre todo a la llegada de las plataformas de streaming, que han supuesto un gran trampolín para numerosos proyectos que, de no ser por ellas, no habrían visto la luz. Es cierto que muchos apuntan al estado actual de la industria del cine y la televisión como oscuro, puesto que ya no se buscan conceptos originales. Si miramos la cartelera vemos remakes, sagas o adaptaciones de libros muy exitosos, pero apenas encontramos películas realmente únicas. En la televisión, sin embargo, sí que se le está dando mayores oportunidades a este tipo de historias. Y es que esta nueva televisión a la carta que nace en la década pasada, gracias a Internet, permite a los creadores contentar a un nicho pequeño del público, y que sea suficiente con eso. En este sentido hablamos de las producciones propias de plataformas como Netflix, HBO Max o Amazon Prime Video, que no están destinadas a un público masivo.

Claro que hay series que buscan llegar a todos y volverse virales, como Stranger Things o La Casa del Dragón. Sin embargo, son solo un pequeño porcentaje de la ingente producción propia que llevan a cabo estas empresas. En sus catálogos encontramos desde animación japonesa a documentales sobre temas muy concretos, que han ayudado a expandir mucho el tipo de contenido que se consume hoy en día. Las plataformas no buscan llegar a un público amplio solo con unas pocas apuestas, sino que diversifican para contentar al mayor número de suscriptores posibles. Por eso hay producciones tan diferentes entre sí conviviendo en los catálogos de Disney Plus o HBO Max, por ejemplo. Las grandes apuestas de estas empresas siempre son mucho más publicitadas, pero si uno busca y ahonda en el catálogo, encuentra verdaderas joyas. Como por ejemplo, uno de los últimos grandes estrenos de Disney Plus, Bienvenidos a Chippendale, una producción original de Hulu que se desmarca de la habitual trayectoria de Disney. Y es que en su sección Star, donde se incluye el catálogo de Fox y otras muchas productoras fuertes, la Casa del Ratón ha apostado por series para adultos muy controvertidas.